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En su tiovivo particular volvió a subirse esta tarde el Mecalia Atlético Guardés para acabar ganando ante el Balonmano Salud Tenerife (25-21, 13-11 al descanso) en un partido del que nunca tuvo el claro dominio hasta superar el minuto 50 y lanzarse con una renta de cuatro tantos.

Las sonrisas de la victoria que aúpa a las de Prades a la tercera posición de la tabla por detrás de Bera Bera y Gijón quedaron empañadas por las lágrimas derramadas por la pivote Sarah Valero. La joven abandonó la pista entre sollozos tras recibir un fuerte impacto en su rodilla izquierda en un choque fortuito en una acción defensiva.

Tanto las de Prades como las de Octavio Pérez comenzaron el partido destinando los primeros minutos a tantear el terreno. Imprecisiones, errores, aciertos, intercambio de goles… y así transcurrieron los diez primeros minutos hasta el 4-4. Hubo que esperar hasta el 16:43 para que tras un parcial de 4-1 la afición que abarrotaba A Sangriña pudiese entonar su “¡que bonito es ver al Guardés ganando de tres!”. Como se entiende, tiempo muerto para las visitantes -atascadas y sin casi rotaciones- y parecía que el Guardés empezaba a soltarse y a sustentar una nueva victoria gracias a las intervenciones de una de sus porteras, en este caso Carratú bajo palos.

La renta se elevaba. Más cuatro. Más cinco. Parecía un punto de inflexión, pero de repente… apagón. Cioca, Noriega, Kopfler, Vizuete y Rein por este orden entre acciones arbitrales muy protestadas por la grada y el banquillo cortaron la racha guardesa para colocar el 11-11 que reiniciaba el partido de nuevo.

El Tenerife, que no perdía ni un ápice de su confianza y se mostraba muy duro, llevaba el partido a su terreno y maniataba a las locales, sin una guía clara. Lima, Marqués, Buforn, Descalzo o Mazza se dejaban ver por la primera línea y Sempere ejercía de capitana, se echaba el equipo a las espaldas anotando y Urban tampoco fallaba a contragolpe. Estas acciones, sumadas a unos errores visitantes, dejaban que el Guardés tomase un poco de aire antes de marcharse al vestuario. Incluso hubo tiempo aún para que la portera gallega Irene Sánchez detuviese un 7 m a África Sempere con el tiempo finalizado.

Y con muchas dudas y rotaciones comenzaba la segunda parte con un tiempo muerto prematuro y necesario incluido. Hasta mediado el segundo acto se mantuvo la incertidumbre, ya que incluso el Tenerife se puso por delante (Min. 40, 15-16) y apretó hasta el 19-18 del minuto 47. Antes de eso, había tenido que acudir Campos al “rescate”, intentando repartir minutos entre las primeras líneas y con Carratú dejando hueco a Meriem Ezbida en portería.

Tiró del carro de manera incansable Paulina Pérez, convirtiéndose en una de las más destacadas (6 goles) y las intervenciones de Ezbida, acciones acertadas en defensa y un poco de desparpajo local el Guardés consiguió dar la vuelta a la tortilla. Por desgracia, los dos puntos y el tercer puesto quedan en un segundo plano tras la imagen del partido: Sarah Valero abandonando la pista en brazos de compañeras y cuerpo técnico entre lágrimas tras un golpe fortuito en su rodilla izquierda en una acción defensiva.

Ahora, tocará esperar noticias de cara al inminente partido del miércoles en A Sangriña correspondiente a la séptima jornada de Liga.

CRÓNICA: Nuria Lago Rodríguez