Oliver con el nombre de su amigo Alonso de Madrid en el móvil, devolviéndole el guiño

Con tan sólo doce años tenía el cosquilleo del voleibol. Un día su profesor de educación física, Arturo, del CEIP A Cruz de Camos, le compró una red de voleibol para que practicara este deporte en el centro escolar y ya no paró de pasar la pelota de un lado para otro de la malla.

Oliver Mariuzza Pazos tiene 14 años y su pasión no son los videojuego, sino el voleibol. A pesar de su corta edad, este nigranés lleva casi tres años formando parte de la plantilla del Club Vóley Vigo. Su manejo con el balón no pasó desapercibido por los ojeadores de la Selección Gallega de Voleibol Pista, que lo convocaron con 13 años para formar parte de los entrenamientos, y para participar en el CESA, el Campeonato de España de Selecciones Autonómicas de Voleibol Pista en categoría infantil.

«Este es el tercer año consecutivo que es convocado por la Selección Gallega para disputar el Campeonato de España. El primer año quedaron terceros y lograron la medalla de bronce y el segundo año quedaron cuartos. El próximo mes de junio volverá a jugar con la Selección en Valladolid. Esperemos que gane alguna medalla», comenta orgullosa la madre de Oliver, Mariam Pazos.

El adolescente compagina los estudios en el instituto de Panxón con los entrenamientos. «Para nosotros es un esfuerzo porque hay que llevarlo a Vigo a entrenar tres veces a la semana porque en el Val Miñor no hay ningún equipo, pero todo sacrificio tiene su recompensa. El año pasado comenzó a jugar también en vóley playa y la Selección Gallega lo seleccionó a él y a otro chico, Borja Cota, de Monforte, para representar a Galicia en el Campeonato de España de Autonomías celebrado en Murcia, quedando terceros en categoría en infantil», explica Mariam.

Además de jugador, Oliver también es árbitro de pista en la liga gallega de voleibol. «Cuando tenga los 16 ya puedo arbitrar en el nacional. Me gusta mucho este deporte porque hago muchos amigos. Para mí lo es todo, es mi vida en estos momentos. Prefiero el voleibol que jugar a los videojuegos», asegura el joven, quien se ve como jugador profesional en pocos años, «le veo futuro».