La madrugada de este domingo, 25 de octubre, entrará en vigor el horario de invierno. Hay que atrasar los relojes una hora, de modo que a las 3.00 horas de la madrugada volverán a ser las 2.00 horas, lo que supone que dormiremos una hora más.
El cambio de hora obedece a una directiva europea que afecta a todos los Estados miembro de la Unión.
El motivo de atrasar el reloj una hora en invierno y adelantarlo en verano se originó a partir de 1974, al producirse la primera crisis del petróleo donde algunos países decidieron adelantar el reloj una hora para poder aprovechar mejor la luz del sol y, gracias a ello, consumir menos electricidad en iluminación.
Se aplica desde 1981 y ha sido renovada sucesivamente cada cuatro años, según explica el Ministerio de Industria, Energía y Turismo.