ALFREDO

Como cada último domingo de octubre, los españoles nos vemos obligados a cambiar la hora para entrar en el horario de invierno.

Así, en la madrugada de este domingo debemos atrasar las agujas del reloj una hora. De este modo, cuando sean las tres serán de nuevo las dos, con lo que dormiremos una hora más.

Así, cada jornada que se acumule también se notará en la reducción de las horas de luz. Se van acortando más rápido los días al tiempo que el frío espera para hacer acto de presencia.