El hombre al que los guardapescas de la Cofradía de Baiona acusan de acoso y amenazas continuas se atribuye a sí mismo el papel de víctima, ya que tiene pruebas que presentará ante el juez conforme es amenazado de muerte.
Se trata de Andrés Rodríguez, un vecino de Vigo de 48 años de edad y natural de Moaña, que lleva faenando esporádicamente ocho años como furtivo por necesidad, ya que está desempleado y lleva los últimos cinco sufriendo un calvario. Según manifiesta vive una pesadilla, porque “estoy amenazado de muerte por un guardapesca de la Cofradía de Pescadores La Anunciada de Baiona que tiene dos escopetas en casa. Sabe donde vivo, y no le importa decir en Facebook que me va a pegar un tiro».
Andrés, el presunto acusado de amenazar continuamente a los guardapescas de Baiona, asegura que el jefe de la brigada, Xosé Lorenzo, falsifica documentos ya que «al menos existen tres multas falsas e incluso intentó que las Madres Carmelitas Descalzas de Sabarís firmaran un documento conforme se les entregaba tres kilos de percebe, pero las monjas se negaron a firmar porque no recibieron ningún marisco.»
Rodríguez atestigua que Lourenzo tiene sanciones por furtivismo, falsedad documental o amenazas de muerte y no entiende “que interés tiene la Consellería de Pesca en tener al jefe de los guardapescas de Baiona en su puesto de trabajo sabiendo el historial que tiene” y recalca, “este señor no puede campar a sus anchas con un uniforme de guardapescas teniendo los antecedentes que tiene”.
Según Andrés, los compañeros de trabajo de Xosé están coaccionados a seguirle y a declarar a su favor o sino los despiden “ya ha despedido a medía docena de guardapescas, uno de ellos con titulaciones por declarar la verdad ante el juez. Tienen órdenes de seguirme aunque sea a mi domicilio, como ya hicieron en varias ocasiones. No puedo estar tomando un café sin ser hostigado, amenazado y acosado por el jefe de los guardapescas de Baiona, el cual me dice que, si vienes a pescar llamo a la Guardia Civil y te emplumo percebes”.
El pasado 28 de enero se encontró por última vez con el jefe de los guardapescas, que también le denunció por agresión tras un enfrentamiento en el Parador de Baiona. «Estaba viendo el mar para poder ir a pescar por la costa de Oia y de repente aparecieron los tres, incluido Xosé Lorenzo, y al pedirle explicaciones intentó atropellarme. Por suerte no lo consiguió gracias a que saqué un palo que tenía en el maletero de mi coche para defenderme. Ya no sé a quién recurrir. Me siento acosado y en situación de indefensión por parte de la Cofradía de Baiona, la Xunta de Galicia e incluso de las Fuerzas de Seguridad del Estado” e insiste, “no concibo que con el historial y los delitos que tiene este guardapesca, Xosé Lourenzo, siga manteniendo su puesto de trabajo.»
Este viernes, 19 de febrero, se celebrará un juicio en la Sala Número 7 de Vigo por las presuntas agresiones que ocurrieron el pasado 28 de enero en el Parador de Baiona.