Este fin de semana, Cans se vistió de alegría para celebrar los 100 años de Fermina Fernández, conocida cariñosamente por todos cómo Fermina do Pouso. Sus seres queridos se unieron en un acto de cariño y reconocimiento hacia una mujer que fue un pilar en su entorno y un ejemplo de dedicación y amor familiar.

Fermina, quien trabajó como costurera y vendedora ambulante a lo largo de su vida, destaca por su incansable espíritu y su calidez humana. A sus 100 años, conserva vivos todos sus recuerdos, siempre dispuesta a compartir historias acompañadas de una sonrisa que ilumina el día de quien la rodea.

Como ya adelantamos, la celebración fue una conmovedora reunión familiar, donde sus tres hijas, seis nietos y once bisnietos se reunieron para rendir homenaje a la matriarca de la familia. Ella lució con orgullo una camiseta especial que decía “Son Fermina”, adornada con los nombres de cada uno de sus seres queridos, reflejo del cariño que la rodea.

El alcalde de Porriño, Alejandro Lorenzo, se unió a la celebración para felicitar a Fermina y entregarle un hermoso ramo de flores en nombre de todo el pueblo. “A vida de Fermina é un testemuño de esforzo, amor e resiliencia, e a súa historia lémbranos a importancia de coidar e valorar aos nosos maiores”, afirmó el regidor, “O seu legado non só perdura en cada un dos momentos compartidos coa súa familia e amigos, quen a adora e respecta, tamén perdurará en todo o seu pobo”.

“O Porriño énchese de gratitude por ter a Fermina entre nós, e celebramos non só o seu centenario, senón todo o que ela representa: amor, dedicación e unha historia que enriquece nos enriquece como pobo”, concluyó Lorenzo.