Dos de las más grandes estrellas del cine y la música de todos los tiempos están de nuevo de moda. Freddie Mercury y Olivia Newton-John reciben diariamente a decenas de personas a cuatro metros de altura y a ritmo David Bisbal, Chayanne o David Civera.
La calle Donantes de Sangre de A Guarda se ha convertido en una atracción turística gratuita que despierta la curiosidad de vecinos y visitantes. Desde el pasado 8 de septiembre, Día de la Virgen de la Guía, las redes sociales elogian la labor de Carlos Castro, un jubilado de 84 años que hace seis ha convertido su huerto en un museo al aire libre con veletas de ET, Terminator y ahora, con el cantante de Queen y la pareja de John Travolta en Grease.
Sus veletas las crea artesanalmente con materiales reciclados que recoge personalmente en el punto limpio de la localidad. “Lo que más utilizo son bicicletas, ruedas de coches de bebés, algún chasis o chapas de aluminio”, explica el artesano autodidacta.
En su última obra invirtió dos meses de trabajo con la ayuda de su hijo, artífice de las caras de los personajes en porexpán, y con la de su mujer, que confeccionó los trajes. “La idea fue de una de mis hijas, la misma que me animó a hacer la primera veleta. La música suena en un pequeño radiocasete con un pequeño altavoz de doce voltios que activo a través de un mando a distancia. Los motores que mueven las piernas son de un limpiaparabrisas”, explica con toda naturalidad el orfebre restándole importancia a su trabajo.
Antiguo conductor de autobús, tuvo que jubilarse a los 49 años de edad por un problema de cervicales pero tras la venta del restaurante familiar O Roxo, que heredó su mujer, le quedó más tiempo libre para disfrutar de sus hijos, nietos y obras de artesanía.