La conselleira do Mar, Rosa Quintana, mantuvo esta semana un encuentro con distintas asociaciones de la flota de palangre gallega en la que constataron la necesidad de urgir al Gobierno central una solución al bloqueo de la comercialización del marrajo que viene padeciendo el sector en los últimos años y a terminar con el agravio comparativo que se produce en relación con otras flotas como la portuguesa, que sí pueden venderlo, incluso en puertos españoles.
La titular de Mar explicó que la Xunta seguirá trabajando para que el Ejecutivo del Estado ponga fin a la incongruencia existente en la actualidad de que el sector cuente con unas posibilidades de captura de la especie, pero no pueda venderlas al carecer de cuota de comercialización.
El origen del problema está en la inclusión del marrajo en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flota Silvestres (Cites) en agosto de 2019, momento en el que se hizo necesario que las capturas de esta especie fueran acompañadas de un certificado que debe emitir la Secretaría de Estado de Comercio, previo informe favorable de la Vicepresidencia de Transición Ecológica y Reto Demográfico, para poder ser comercializadas.
La paradoja se produce, recordó Rosa Quintana, porque la especie tiene posibilidades de captura establecidas para este año y, mientras el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación autoriza su pesca, el Ministerio para la Transición Ecológica no establece cuotas de comercialización que permitan su venta. Una situación semejante ya provocó tanto al año pasado como en 2019 el bloqueo de las capturas de marrajo e incluso que el sector tuviera que destruirlas al no poder comercializarlas.
La representante del Ejecutivo gallego también trasladó a los representantes del sector que la flota puede reclamar al Gobierno central responsabilidad patrimonial -daños y perjuicios- por esta situación, como certifica un informe encargado por la Xunta a la Universidad de Santiago de Compostela que tacha de arbitrario y contrario al ordenamiento jurídico el veto a la comercialización del marrajo. Ese análisis también incide en que no tiene sentido impedir la venta del marrajo para preservar su estado cuando las cuotas de captura son fijadas por las organizaciones regionales de pesca y por la Unión Europea teniendo en cuenta ya criterios científicos.
En esta línea, el documento también recoge que no es constitucional ni legalmente admisible separar la tramitación de la actividad pesquera de la comercialización de las capturas, algo que ponen en riesgo seriamente la rentabilidad de la flota gallega de palangre de superficie.
“Estamos ante unha situación de desesperación total e xa lle demandamos tanto á ministra -de Transición Ecolóxica- Teresa Ribera como ao ministro -de Agricultura, Pesca e Alimentación- Luis Planas que cheguen a un acordo entre os dous ministerios e adecúen as normativas que teñen á realidade do sector”, explicó la conselleira del Mar.
Agravio comparativo
Rosa Quintana incidió en la incongruencia que supone que la Unión Europea no permita los descartes y que cuando la flota llega a puerto no pueda vender esas capturas. Una situación a la que se añade que mientras la flota española y gallega no puede pescar el marrajo por la ausencia de cuota de comercialización, otras flotas europeas como la portuguesa -que faenan en los mismos caladeros- sí lo hacen y en muchas ocasiones incluso descargan sus capturas en puertos gallegos.
La titular de Mar lamentó que este veto a la comercialización del marrajo es un ataque más del Ministerio de Transición Ecológica a Galicia y a su sector marítimo-pesquero. Por eso, trasladó todo su apoyo a la flota e incidió en que la Xunta seguirá defendiendo sus intereses, pues tiene acreditado que realiza una explotación sostenible de los recursos y que los caladeros en los que faena se encuentran en bueno estado biológico.
Al encuentro con la conselleira do Mar asistieron representantes de la Organización de Productores Pesqueros (OPP) de Burela, de la Organización Nacional de Palangreros de Altura (Opnapa), de Espadeiros do Atlántico, de la Asociación Empresarial Espadeiros Guardeses, de la Organización de Espadeiros Guardeses (Orpagu) y de la Organización de Productores de Pesca Fresca de Porto y Ría de Marín (Opromar).