Pudo haber sido una auténtica desgracia, pero todo se quedó en un susto. La carretera PO-552, a su paso por Baiona, registró sobre las doce y media de esta noche un espectacular accidente de tráfico en el que, por fortuna y aunque parezca increíble, no hubo que lamentar heridos.
El vehículo, un Peugeot 308 que circulaba en dirección Baiona, quedó completamente destrozado. Por causas que se investigan se salió de la vía y se empotró contra el muro de piedra a la salida de la curva del Rompeolas. Hasta 17 metros de muro derribado, pero esto evitó que el coche se precipitara a las rocas del mar desde varios metros de altura.
Al lugar del siniestro se desplazaron agentes de la Policía Local de Baiona, una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico del Destacamento de O Porriño y Conservación de Estradas.
