ALFREDO // Sergio, Ánxel y Tito, los tres jóvenes que viajarán a Nueva York con los osos polares

La compañía “La Fiesta Escénica” de Oia tiene todo preparado para que, desde el 12 de noviembre al 15 de enero, tres osos polares animatrónicos conquisten Nueva York en un espectáculo que cuenta con la colaboración del teatro Roncalli de Alemania y el Big Apple Circus de la ciudad de los rascacielos.

«Los oso los hemos construido en Oia y aquí armamos el show. Luego ensayamos en el país donde vamos a actuar. Realmente tienen el aspecto de un oso polar de verdad, pero dentro va una persona que maneja el animal, aunque son trajes muy complicados para manejar. Este año ya estuvimos con este espectáculo en Perú, Albacete y Francia y ha gustado mucho», señala Abel Martín, director artístico de la compañía que lleva casi 20 años asentada en Oia.

El Big Apple Circus tiene instalada una carpa en Manhattan donde recreará el polo norte. Por la pista se pasearán durante 15 minutos tres osos polares manejados por tres jóvenes gallegos que, además de ser actores, tienen una formación especial para manejar estos animales mecánicos. «Es un espectáculo de doma clásica. Realizan la misma rutina que hacen los osos polares, pero sin el oso de verdad«, apunta Abel Martín, quien reconoce que estas navidades, «como todas las navidades tenemos mucho trabajo, no sólo con las cabalgatas, sino con espectáculos en Alemania, Francia, o aquí en España».

Sergio Llauger de Vigo, Tito Zar López, también de Vigo y Ánxel Collazo, de Vedra, son los tres jóvenes que se encargan de manejar los animales. Ya tienen experiencia en el manejo de la maquinaria, «aunque lo más complicado es que el oso parezca un oso de verdad sobre el escenario», reconocen los actores, de 31, 22 y 25 años.

«Es el viaje de mi vida. Nunca crucé el charco y me hace mucha ilusión el trabajar en una ciudad como Nueva York, en uno de los mejores circos del mundo. Es una aventura que nunca soñé que iba a vivir«, comenta Sergio.

Para Tito van a ser dos meses en el que vivirá una experiencia única en el centro Nueva York. «El tiempo es diferente, pero tengo muchas ganas de ir y de trabajar en un circo tan profesional como es el Big Apple Circus. Vamos a disfrutar mucho, pero también a trabajar mucho, ya que los osos pesan un quintal«, afirma el joven vigués.

«Yo no soy muy consciente de que me vaya a ir a Nueva York. Para mí es todo como una película. Espero conocer a mucha gente, tanto en el circo como en la ciudad«, indica Ánxel.

Sergio asegura que es complicado manejar el oso porque el traje pesa unos 30 kilos. «Parece sencillo, pero no lo es. Es un trabajo físico muy duro. Al principio no eramos capaces de manejarlo, pero ahora ya si. Tiene que parecer un animal de verdad. Hasta tiene que enfadarse y golpear en el momento adecuado«, explica el vigués.

Afirman que han tenido que ver muchos vídeos de osos para saber como actúan y como se mueven. «Los osos hacen de todo. Salen con una domadora a pista. Se ponen a dos patas, se suben a una tarima, dan una vuelta, chocan entre ellos, hacen la conga, en definitiva, son una maravilla«, comenta Sergio.