La conselleira de Infraestructuras e Movilidade, Ethel Vázquez, avanzó hoy en el Parlamento de Galicia qué la Xunta licitará el próximo año el trecho de la vía de altas prestaciones Tui- A Guarda, entre la A-55 y el enlace de acceso al polígono de Areas.
Vázquez concretó que a día de hoy ya están pagados los depósitos previos y se prevé redactar el proyecto este mismo año para, una vez supervisado, contratar las obras.
Reiteró la apuesta del Gobierno gallego por el desarrollo de esta vía de altas prestaciones, ya que los presupuestos del próximo año recogen una partida de más de 3 millones de euros para continuar haciendo realidad esta infraestructura.
Recordó que el Ejecutivo autonómico acercó una inversión de 60 millones de euros para la puesta en servicio de 10 km entre Goián y A Guarda en época de fuertes restricciones económicas.
El Gobierno gallego es consciente de la importancia estratégica de la VAP Tui-A Guarda para el desarrollo económico y social de la zona, por lo que siempre mantuvo un compromiso claro con la ejecución de esta infraestructura.
La Xunta diseñó una estrategia de desarrollo, acordada con los alcaldes y empresarios de la comarca, para hacer viable la construcción de esta infraestructura, dividiendo el trazado hasta Goián en subtrechos y previendo la ejecución por fases, una mejor vertebración del territorio y un menor impacto ambiental.
A finales de 2017 se licitó el contrato de servicio para la redacción del nuevo proyecto de trazado y la tramitación ambiental de la reformulación del trecho más próximo a Goián, con un presupuesto de 252.000 € y un plazo de ejecución de 24 meses.
La propuesta de partida es variar el trazado de la VAP en su parte final, entre la PO-350 y Goián, aunque, lógicamente será en el proceso de evaluación de impacto ambiental y en la aprobación del nuevo proyecto de trazado cuando se pueda resolver definitivamente se esta alternativa es la más beneficiosa en términos ambientales, territoriales y sociales.
El objetivo es avanzar en el proyecto de desdoblamiento de la recta de Figueiró, construyendo en la parte más próxima a Goián, en los 2 últimos kilómetros, una autovía urbana con cuatro carriles y enlaces a nivel con rotondas, reduciendo así la afición en los márgenes de la infraestructura, al minimizar el impacto en la ribera del Miño.
También se minimiza el impacto sobre las viviendas y se aumenta la conectividad con el territorio, al incrementar las conexiones con la red viaria existente entre la A-55 y Goián, manteniendo la calidad de la infraestructura y la seguridad viaria.
Ethel Vázquez indicó que a pesar de que la Xunta considera esta propuesta muy ventajosa, hace falta aprobar un trazado con consenso social para poder completar esta infraestructura estratégica para O Baixo Miño.