CEDIDA

Dos meses después del asesinato de Teresa, auxiliar del Servizo de Axuda no Fogar (SAF) del Concello do Porriño, sus compañeras han hecho pública una dura carta abierta en la que reclaman justicia y denuncian la falta de medidas de protección laboral que, aseguran, contribuyeron al trágico desenlace.

El escrito, titulado “Benquerida Compañeira Teresa”, expresa el dolor, la rabia y la impotencia de las trabajadoras del SAF ante lo ocurrido el pasado 29 de julio, cuando el marido de una usuaria del servicio acabó con la vida de la auxiliar. “Ese malnacido atópase entre reixas… e ti miña pobre atopaste descansando nunha fría tumba no cemiterio da túa benquerida Sanguiñeda”, escriben las compañeras, en un texto que combina la emoción con una firme denuncia.

Las autoras aseguran sentirse plenamente identificadas con Teresa, recordando que muchas de ellas también han sufrido situaciones de acoso, humillaciones o agresiones en el desempeño de su trabajo. “Sabemos e entendemos como te sentías porque a maioría de nós sufrimos algún tipo de acoso… quedando todo en silencio e recibindo a mesma resposta: aguantar”, lamentan, aludiendo a la falta de respuesta por parte de las empresas y administraciones.

El manifiesto también acusa directamente al Concello do Porriño de haber actuado con indiferencia tras el crimen. “Non se lembrou de ti máis que no día da túa cruel morte para ter minutos de silencio con rédito político… non se convocou aos representantes da cidadanía para aportar claridade o que che aconteceu”, critican, recordando además que el alcalde “decidiu deixar o Pleno e irse a unha festa inauguración menospreciándote a ti, a túa memoria e as túas compañeiras”.

Las auxiliares destacan, en cambio, el ejemplo de otros municipios, como Mos, donde ya se están elaborando protocolos de protección para el personal del SAF. “Lamentablemente o Concello do Porriño non tomou ese exemplo”, insisten, exigiendo que se adopten medidas urgentes para garantizar la seguridad y la dignidad de las trabajadoras.

“A túa partida forzosa, querida Teresa, nunca foi en vano”, concluye la carta, que se convierte en un grito colectivo para reclamar respeto y condiciones laborales dignas. Las trabajadoras del SAF aseguran que seguirán movilizándose hasta lograr cambios reales: “Non imos tolerar ningunha máis permaneza indefensa ante ningún tipo de abuso… Seguimos na loita por nós e por Teresa, sempre.”