Los pirómanos no dan tregua. Ayer le tocó el turno a Vincios y de nuevo, a la parroquia baionesa de Baredo.
Esta mañana sobre las 11:45 horas tuvo lugar un conato de incendio forestal en el municipio de Baiona. Al parecer el fuego se originó entre Baíña y Baredo, en las inmediaciones de A Groba, y por ello se han movilizado al menos 1 agente, 1 brigada, 1 motobomba, Guardia Civil y el GES de O Val Miñor. Afortunadamente sólo ardieron unos 100 metros cuadrados de monte.
Los pirómanos han vuelto a atacar a los montes de la comarca miñorana. La pasada noche se han registrado hasta tres incendios forestales en O Val Miñor. Dos en Vincios y uno en Baredo, prácticamente simultáneos. Baredo registró el cuarto incendio forestal este año, un foco que se originó en las inmediaciones del campo de fútbol Val de Martín. La Consellería de Medio Rural informó que quedó controlado desde las 06:45 horas de esta mañana el incendio forestal de Vincios, en Gondomar, que comenzó sobre las 22:00 horas de la noche de ayer en las inmediaciones del monte de O Galiñeiro, en el Monte da Estoca. El fuego afectó, según las estimaciones provisionales, a una superficie de más de 30 hectáreas de monte raso. En su extinción trabajan 5 agentes,13 brigadas, 11 motobombas y 2 retroexcavadoras. Además, al lugar también se ha desplazado la Guardia Civil, y el GES de O Val Miñor.
Hace apenas dos días que un joven de Gondomar fue detenido por agentes de la Guardia Civil del Puesto Principal de Baiona-Nigrán, tras prender con un mechero cinco focos diferentes en una zona residencial gondomareña, en las inmediaciones del Barrio do Conde. El detenido, J.M.G.R. de 39 años, supuestamente, provocó el fuego a escasos diez metros de varias casas habitadas. El detenido llegó a hacer fotos del incendio con su teléfono móvil y borró las imágenes al ser descubierto, aunque fueron recuperadas por efectivos de la Guardia Civil del Puesto Baiona-Nigrán.
El 15 de agosto, tres motobombas de la Xunta, GES de O Val Miñor y una brigada con un agente forestal, se trasladaron por la tarde al barrio de Serman, en la parroquia de Borreiros (Gondomar) para sofocar un incendio más de la temporada en la comarca de O Val Miñor. El fuego se declaró sobre las 16:00 horas, afectó a una pequeña zona de monte bajo, y pudo ser controlado sin mayores problemas por los medios que hasta allí se desplazaron. Cabe destacar que a escasos 20 metros se hallaban viviendas, pero afortunadamente fue un incidente pequeño, casi irrelevante, sin daños personales y de escasa magnitud gracias a la rápida intervención de los servicios contra incendios. Según los primeros datos recabados en el lugar todo apunta a que las llamas fueron provocadas.
El 12 de agosto, los bomberos intervinieron en un conato de incendio forestal declarado en el barrio de A Fraga, ubicado en la parroquia de Vincios, Gondomar. Ocurrió sobre las 16:00 horas y se inició próximo a las viviendas. Una llamada de un joven que vio salir humo cuando circulaba con su vehículo por la autopista AG-57 evitó males mayores. Ardieron alrededor de unos 300 metros cuadrados, y según indicaron fuentes a Telemariñas, todo apunta a que el fuego, una vez más, ha sido intencionado. Los vecinos cuando se percataron de las llamas se armaron de ‘sachos’ y utensilios agrícolas para crear un pequeño cortafuegos ya que temían por sus casas. Al lugar se desplazaron tres camiones de bomberos de Vigo, una brigada de extinción de incendios de Nigrán, Policía Local de Vigo, y una patrulla de la Guardia Civil. Por suerte, no hubo que lamentar daños personales y los materiales fueron de escasa cuantía gracias a la rápida intervención de los equipos de extinción. Cabe destacar que hace unos días se originó en el mismo lugar otro incendio que afortunadamente apagaron los propios vecinos.
El 28 de julio Baredo volvió a ser pasto de las llamas. La mano del hombre estuvo nuevamente detrás de un nuevo incendio forestal en la zona conocida como O Agro, muy cercana a las casas. El fuego comenzaba sobre las 23:30 horas y se logró reducir en pocos minutos gracias a la rápida intervención de los servicios de extinción de incendios. En las labores colaboraron dos motobombas, GES de O Val Miñor y los Bomberos de Mos. Al lugar también acudió la Policía Local y la Guardia Civil de Baiona.
El 17 de junio volvía a ser de nuevo Baredo, pero además, la parroquia gondomareña de Peitieiros. Una vez más, Baredo fue el más perjudicado por los incendios. Hasta tres focos distintos se registraron en la parroquia baionesa que asediaron el pueblo por tres costados. Uno se originó en las inmediaciones del campo de fútbol Val de Martín, otro próximo al centro escolar de Baíña, aunque aún en la parroquia de Baredo, y el tercero y más espectacular, en Cabo Silleiro, que afectó también a la batería militar. Así pues, la superficie afectada, sumando estos tres fuegos, se sitúa alrededor de las 30 hectáreas. Todavía se desconocen las causas que los originó aunque todo apunta a que son provocados por la hora en la que se produjeron y porque comenzaron todos al mismo tiempo. Por otro lado, el incendio registrado Peitieiros (Gondomar), se produjo al igual que los de Baredo, sobre la una de la madrugada. La preocupación era que el fuego permanecía cerca de las casas, pero gracias a la rápida actuación de los servicios de extinción de incendio se consiguió controlarlo.
El pasado 3 de junio y con la llegada del calor, O Val Miñor registró los primeros incendios forestales de 2016. La primera víctima ha sido el monte de la parroquia baionesa de Baredo. Las llamas se iniciaron sobre las 20:00 horas, simultáneamente, en dos puntos diferentes de la parroquia. En el mirador que está situado a la altura de Cabo Silleiro y en las inmediaciones del campo de fútbol Val de Martín. La superficie arrasada podría alcanzar los 6.000 metros cuadrados en total. En las tareas de extinción participaron, un agente forestal, dos vehículos moto bomba de la Xunta, dos brigadas, una moto bomba del GES de O Val Miñor y una patrulla de la Guardia Civil de Baiona, que abrió una investigación para tratar de esclarecer los hechos.
La rápida intervención de los equipos de extinción evitó males mayores en varios incendios forestales.