Los ganaderos de Gondomar lograron reunir a unas 70 de cabezas de caballos en el cuarto curro de la temporada en Galicia, el curro Morgadáns, celebrado a lo largo del día de ayer, que logró congregar, eso sí, a miles de personas en los montes de la villa miñorana.
A primera hora de la mañana, los ganaderos suben al monte dirigidos por el bestilleiro y van acorralando a los caballos. El rito empieza con a baixa: la operación de acoso, acorralamiento y conducción de las yeguadas que, en espectacular galopada, van descendiendo hasta llegar al curro.
En éste se realiza la rapa das bestas. El hombre separa, marca a fuego y corta las crines de las reses. Los animales más jóvenes son puestos de nuevo en libertad, con los machos y las potras.
La operación de separarlas es una multitud de hombres y animales que se pelean entre sí. Ellos tratando de montarlas e inmovilizarlas, mientras que éstas se defienden revolviéndose, alzándose y coceando.