El Concello de Nigrán ha aprobado la concesión de 22.463 € en subvenciones a las comunidades de aguas de la localidad. Suma así más de 100.000 € en ayudas de este tipo desde que en el año 2019 el gobierno local iniciara una colaboración anual con las traídas vecinales que todavía existen en Camos y Chandebrito. «Dan servizo ancestralmente a fogares aos que aínda non chega o abastecemento público, polo que seguiremos axudándoas e, nese sentido, somos unha referencia en Galicia”, defiende el alcalde de Nigrán, Juan González.

La novedad de esta convocatoria de 2023 es que el consistorio adelantará hasta el 100% del importe con el objetivo de que puedan emprender sus respectivos trabajos sin tener que desembolsar ellos previamente el dinero. Concretamente, el Concello concedió 9.882 € para la comunidad de A Rotea y 12.581 € para la de A Revolta, ambas en Camos (la única otra solicitante fue la de Solapa-Chandebrito, pero lo hizo fuera de plazo).

Este dinero permitirán que ahorren mucho caudal al presentar desperfectos las tuberías. En el caso de A Revolta (Camos, 40 hogares adscritos) consistirá en la reparación urgente de la manguera general de servicio y nuevas llaves de corte para no perjudicar a todos los comuneros en caso de avería.

La de A Rotea (también en Camos y con 26 viviendas adscritas que corresponden a 80 vecinos) empleará el dinero para conectar al 100% de los usuarios a la red general creada tras los incendios de 2017, lo que les garantizará acceso el agua de calidad y fiable, además, instalarán nuevas llaves de paso y arquetas para facilitar las posibles reparaciones y regular el suministro.

En ambos casos eran subvenciones por concurrencia competitiva, repartiéndose todo el presupuesto entre los solicitantes, y las obras deberán estar finalizadas antes de que finalice el año 2025. “Tendo en conta que a estas zonas aínda non chega o abastecemento público consideramos que é deber do Concello axudar a manter as infraestruturas en perfecto estado”, considera el alcalde, Juan González, «grazas a estas entidades, foi posible fixar poboación no rural e mellorar as súas condicións de vida; forman parte do patrimonio galego», añade.

Las comunidades de aguas son una figura muy extendida en toda Galicia, especialmente en el rural, donde la dispersión poblacional dificulta el abastecimiento público, allí antiguamente se formaron estas comunidades por iniciativa de los propios vecinos.

Se estima que en Galicia pueden existir más de 5.000 captaciones comunitarias, que abastecen a alrededor de 300.000 hogares. La mayoría de ellas se regularizaron a finales de los años 70 o comienzos de los 80, con concesiones a 20 años, por lo que las comunidades de aguas afrontaron en los pasados años la segunda renovación de su concesión.