El Concello de Nigrán inició esta semana las obras para crear una plaza pública de 371 m2 para la convivencia y la relajación en el espacio que comunica el Puente Románico de A Ramallosa y la Avenida de Portugal (PO- 340), a los pies del Río Miñor.
El objetivo es dar un giro radical en este entorno de gran valor patrimonial, natural y etnológico para que pase a ser una zona singular de pausa y descanso en el Camino. Con este fin, el Concello ha iniciado los trabajos adjudicados a la Gestión Ambiental de Contratas con un presupuesto de 114.726 € a cargo del Plan Concellos 2022 de la Diputación de Pontevedra.
«Pese a tratarse dun enclave estratéxico con altísimo valor patrimonial, cultural e ambiental, sempre foi un espazo residual cunha imaxe moi descoidada porque aparcan vehículos e transitan peóns sen orde algún. A tramitación deste proxecto foi especialmente costosa porque estaba moi afectada por Patrimonio e foi preciso agardar por todas as autorizacións«, explica el alcalde, Juan González, quien busca «devolver ao lugar a entidade que merece» al situarse a los pies de A Foz do Miñor (red Natura 2000, catalogado LIC), de el puente medieval, y en el propio Camino Portugués por la Costa.
En este lugar, los pavimentos existentes estaban muy deteriorados y sin regularidad, generándose charcos y problemas de salubridad; igualmente, la mezcla indiscriminada de peatones y vehículos suponía un riesgo de seguridad vial; la iluminación resultaba deficiente y, como suma de todo ello, el espacio no trasladaba sensibilidad alguna por la traza del Camino.
Por este motivo, el proyecto de Ángel Santorio Arquitectos contempla devolverle la calidad ambiental recuperándolo como lugar para el paseo y la estancia y la relajación de vecinos y peregrinos, teniendo en cuenta además que se encuentra en una cuota inferior (de embarque) que la aleja del gran tráfico urbano del entorno.
Así, la actuación, con una duración prevista de 3 meses, mejorará el pavimento térreo existente y creará una zona empedrada únicamente para el acceso de los vehículos a los garajes actuales. El resto del lugar se destinará únicamente para los peatones, que contarán también con un itineario de adoquinado en granito moreno acompañado de mobiliario urbano de diseño sencillo que se integrará en la plaza de manera amable (banco, papelera y macetero realizados en piedra o madera). La meta es crear un espacio diáfano y despejado cuyo uso resulte lo más flexible posible. Además, se plantarán bosquetes estratégicos con especies autóctonas de árboles que propicien puntos de sombra. Finalmente, se unificará la señalítica existente y se dotará a la zona de una nueva iluminación.
«Son unha serie de actuacións sinxelas, que non implican un gran investimento, pero que suporán un cambio radical nesta contorna pasando de ser unha zona de tránsito a un lugar privilexiado de desconexión e senlleiro no Camiño Portugués pola Costa«, resume el regidor.