El Concello de Nigrán prohibirá durante todo el año la presencia de perros en los 27.615 m² del ecosistema dunar de Praia América-Panxón, con el objetivo de proteger la nidificación de aves en peligro de extinción como la píllara y especies migratorias.
Más del 80% de esta superficie resulta inaccesible de facto a los animales al estar cerrada perimetralmente para su recuperación, y ahora el Concello oficializará esta norma. Así, el gobierno local ratificará la decisión en el próximo pleno ordinario de 30 de junio estimando así el alegato que la Dirección Territorial de la Consellería de Medio Ambiente y Cambio Climático de Pontevedra presentó en el 2024, cuando el Concello modificó la ordenanza de convivencia y ornato público con el fin de que los perros pudieran acceder a todos los arenales de 22:00 a 9:00 horas de 1 de junio a 30 de septiembre (estaba prohibido su presencia en ese periodo pero, ante las quejas de muchos propietarios de mascotas, el Concello realizó una consulta pública en el 2023 que se saldó con un 74% de votos favorables al cambio, motivando así el cambio de esta ordenanza que ya habilitara la playa de Carreiro, en Patos, y del Canto, en Lourido, como zona apta para perros todo el año).
La prohibición absoluta afectará a toda la zona declarada como ENIL (Espacio Natural de Interés Local), tramo comprendido entre el ecosistema dunar del fin del paseo marítimo de Panxón y la desembocadura del río Muíños, zona considerada ‘Arena Prioritaria de Conservación” y ‘Área de presencia’ de la píllara de las dunas, especie en peligro de extinción y que, precisamente, en la mayor parte ya estaba protegida con un cierre perimetral.
“Aprobaremos oficialmente el cambio e instalaremos señalización al respeto. Para los propietarios de mascotas supone renunciar la menos de un 5% de toda Praia América y, en la práctica, la mayoría de este espacio ya no podían acceder. A cambio, protegemos mejor las especies en situación de vulnerabilidad”, explica el alcalde, Juan González, quien indica que el alegato de la Xunta se ceñía al período reproductivo de la píllara, del 1 de marzo al 30 de septiembre, pero el Concello lo extenderá a todo el año para proteger también a las aves migratorias que escogen este lugar para descansar después de recorrer miles de kilómetros.
“El olor a perro o escuchar sus ladridos estresa enormemente a las aves, que ante la amenaza escapan, es lo que nos indican los expertos ornitólogos, por eso en la zona del ENIL no pueden estar y realmente ya no podían, para eso está vallado desde hace décadas”, indica González.
El alegato de la Xunta señala en su informe técnico que siempre se debe priorizar la protección ambiental sobre los eventuales derechos de las personas propietarias de animales y, en este sentido, recuerda que el propio ENIL tiene unas limitaciones contempladas en su Plan de Conservación. “El gobierno al que represento no tiene problema en rectificar o modificar criterios siempre que sea para mejorar, y este es el caso, así que consideramos que con esta modificación tendremos una ordenanza más proteccionista con el medio ambiente, que es lo importante”.