ORPAGU // Archivo

No es la primera vez que los buques de Orpagu reciben el acoso de Greenpeace con el único argumento de que no les gusta la pesca industrial “por el impacto que genera en el ecosistema marino”. En esta ocasión, Greenpeace ha dado un paso más en sus ataques a una flota y unos barcos que faenan de forma legal al sustraer parte del aparejo de un buque, como ellos mismos reconocen en un comunicado enviado esta mañana a los medios. Por ello, la organización, no sólo se dirigirá a la Comisión Europea para pedir su amparo ante estos ataques sin fundamento, sino que ya prepara una querella criminal, o el procedimiento que más se adecúe a este hecho delictivo, en cuya redacción ya está inmerso el equipo jurídico de la asociación.

Cámaras a bordo y permanentemente monitorizados

Frente «a las falsas acusaciones de Greenpeace«, Orpagu recuerda que todos sus barcos cuentan con observadores a bordo, gracias a un proyecto pionero que ellos mismos han impulsado en colaboración con el Gobierno de España y la Comisión Europea. El proyecto Obepal incluye cámaras en distintas zonas del barco para obtener todos los datos de la actividad que realiza esta flota. Asimismo, los buques están permanentemente monitorizados por la caja azul, que indica dónde se encuentran faenando en cada momento por lo que es imposible pescar en áreas protegidas sin que las autoridades pesqueras tengan conocimiento de este hecho.

Una vez más, la organización de A Guarda lamenta que Greenpeace realice este tipo de acciones contra la flota europea y no contra las embarcaciones que realmente practican pesca ilegal (IUU), de sobra conocidas por los organismos que se dedican a combatir realmente esta actividad, que son las que realmente ocasionan un perjuicio al medio marino.

Orpagu, pese a no contar con el eco mediático de la organización ecologista, no ha parado de trabajar y desde su constitución hace 25 años ha destacado por su trabajo a favor de la sostenibilidad del recurso y del medio, cumpliendo siempre de forma escrupulosa con todas las normas que rigen las pesquerías de interés de sus barcos.

De hecho, Orpagu fue seleccionada por la FAO como ejemplo para colaborar en una guía sobre responsabilidad social en la pesca, en cuya redacción sólo participaron dos organizaciones españolas y una de ellas fue la de A Guarda.

Además, destacan las actividades que realiza a lo largo del año en colaboración con distintas ONG’s que realmente sí se preocupan de incluir al sector pesquero en sus acciones de sostenibilidad. En esta línea también se enmarca su apuesta por utilizar combustibles o sistemas más ecológicos como es el caso de la Vela Rígida que lleva a modo de prueba uno de sus palangreros.

Por todo esto, las familias que conforman la Organización de Palangreros Guardeses solicitan a los medios que contrasten las informaciones facilitadas por Greenpeace antes de su publicación por el impacto que tienen sobre una flota respetuosa, legal y concienciada con la sostenibilidad como es la de Orpagu.