El Saint Maxime del Monte Real Club de Yates ha sido el primer barco en cruzar, esta madrugada, la línea de llegada de la Baiona Angra Atlantic Race, la regata oceánica que se celebra estos días en el Atlántico organizada por el Monte Real Club de Yates y el Angra Iate Clube.
La tripulación gallega fue la más rápida en completar las 865 millas de la primera etapa de la competición, que el pasado domingo zarpaba de la villa marinera de Baiona rumbo a la localidad azoriana de Angra do Heroismo.
Según el sistema de tracking instalado a bordo del barco, el Saint Maxime navegó a una velocidad media de 7.2 nudos, alcanzando máximos de 11.6 por momentos, y empleó 5 días, 13 horas y 43 minutos horas en finalizar el recorrido. Esta madrugada, a las 2:43 hora española, fue el primero en cruzar la línea de llegada situada en Isla Terceira y se convirtió en el ganador en tiempo real de la primera etapa de la Baiona Angra Atlantic Race.
A la rueda del barco, un Shipman de carbono de 50 pies diseñado por J&J Desing y armado por José Miguel Roquette, iba uno de los grandes nombres de la náutica en Galicia, el vigués Miguel Lago. Ganador de la I Ruta del Descubrimiento en 1984, de la Vuelta Europa y de la Fasnet Race en el 93, de tres ediciones de la Sardinia Cup y otras tantas Copas del Rey, este experimentado trimmer suma ahora una nuevo triunfo a su extenso currículum de victorias náuticas.
Junto a él, completando la tripulación, tres de sus habituales compañeros de regatas, Juan José Lago, Gerardo Alonso y Javier Lago, y otros dos destacados regatistas, Daniel Méndez y Guillermo Caamaño. Un equipo de seis que supo complementarse a la perfección para colocar al Saint Maxime a la cabeza de la regata en todo momento y cruzar la línea de llegada en primera posición.
El Xekmatt de José Carlos Prista, de la Asociación Naval de Lisboa fue, sin duda, otro de los barcos importantes de esta primera etapa de la Baiona Angra Atlantic Race. Este equipo portugués de familiares y amigos, con más de diez años de experiencia en regatas y numerosas victorias en trofeos como el Príncipe de Asturias, la Atlantic Cup de Azores y varios campeonatos de crucero de Portugal, navegó durante los primeros días siguiendo prácticamente el mismo rumbo que el Saint Maxime, pero en la recta final se separaron y tuvieron menos suerte que los gallegos. Cruzaron segundos la línea de llegada unas cinco horas después que el primero.
El resto de la flota navegó algo más distanciada de los primeros y bastante agrupada entre sí. El Atlantis del Liceo Marítimo de Bouzas, patroneado por Iván Prieto, y con tecnología de software libre a bordo, encabezó a este grupo la mayor parte del tiempo, navegando a una velocidad media de 5.9 nudos y alcanzando los 10 por momentos. Junto a él, el Free Spirit de Yann Lascan, del Real Club Marítimo de Abra; y el Cleopatra de José Rafael Ribero, de la Asociación Náutica de Recreo. Algo más despegada fue la tripulación del barco más pequeño de la flota, el Brumario, del Club Náutico de Ribeira, con Alejandro Pazó a los mandos.
El Pakea Cadenote Uno, del premio nacional de vela Unai Basurko, decidió finalmente abandonar la primera etapa de la competición. Tras haber sufrido varios problemas técnicos que lo obligaron a regresar a la península y a tener que retomar la regata más tarde, la tripulación decidió retirarse y encender motor para llegar a Angra do Heroismo a tiempo y poder realizar la segunda etapa, de regreso a Baiona.
El Pakea se sumó así al Moflete y al Txole, retirados de la prueba a las pocas horas de tomar la salida por diversos problemas con el barco. El décimo barco inscrito en la regata, el Dulcamara de Henril Olsson, no llegó a zarpar por problemas en el motor.
La entrega de premios de la primera etapa de la Baiona Angra Atlantic Race se celebrará el próximo miércoles en el Angra Iate Clube, y justo un día después, el jueves 14, dará comienzo la segunda etapa, entre Azores y Baiona.