ALFREDO

Lleva más de 90 años dando la bienvenida a los navegantes que arriaban a Baiona desde el monte Sansón. Con la mirada puesta sobre el Océano Atlántico y una barca en su mano derecha, la Virgen de la Roca ha perdido este domingo un fragmento de unos cincuenta centímetros de su monumental manto.

El trozo de piedra se desprendió de la parte delantera, a unos diez metros de altura, y se rompió en cuatro pedazos al llegar al suelo, pero no hubo daños personales. El alcalde de Baiona, Carlos Gómez, mostró su preocupación e indicó que ya en junio se había detectado una grieta por lo que «se valló la zona y se encargó un informe técnico municipal para que una empresa especializada, posiblemente la que acometió la ultima intervención en el conjunto en el 2014, hiciera una memoria valorada que permita determinar con exactitud los daños y su estado, para solicitar a Patrimonio las autorizaciones pertinentes y así cometer el arreglo de la Virgen de la Roca».

Afortunadamente, y según ese informe, «no hay riesgo estructural ya que la evaluación preliminar determinó que era una grieta superficial que afectaba sólo al revestimiento», indicó el regidor, quien subrayó que se está trabajando lo más rápido posible para llevar a cabo la actuación sobre la virgen pétrea de Antonio Palacios. El monumento, uno de los más visitados de Baiona, sigue abierto al público.

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