El Concello de Nigrán mantiene hasta el 21 de marzo el procedimiento abierto para que las empresas interesadas presenten ofertas para rehabilitar integralmente el molino de Porto do Molle con un presupuesto base de 259.152 euros. Según los propios pliegos de licitación, puntúa la mejor oferta económica, el menor plazo de ejecución (previsto en 7 meses) y la mayor garantía.

Situado en pleno parque empresarial, al lado del río Muíños y en estado ruinoso desde hace más de 30 años pese a su gran valor histórico y etnográfico y estar catalogado como BIC (Bien de Interés Cultural), la construcción volverá a funcionar con fines didácticos. El objetivo es repararlo respetando al máximo su originalidad y ponerlo en marcha mediante la reposición de los mecanismos actualmente desaparecidos y de la disposición de un nuevo canal hidráulico.

Esta restauración, además de implicar un estudio histórico y control arqueológico de la misma, supone reponer y acondicionar la envolvente del edificio, restaurar los paramentos de la edificación e infraestructuras hidráulicas y, finalmente, recuperar y reponer los elementos ya inexistentes de roturación y trituración.

Así, en la sala correspondiente al propio molino se plantea una intervención mínima instalando una cubierta de madera de castaño con cerchas y correas, tal y como tradicionalmente se hacía, y, adicionalmente, en el suelo se repararán las grandes losetas de granito que estén deterioradas. En la habitación que era vivienda o almacén se creará una pequeña sala de exposiciones o multiusos con un sistema estructural moderno a base de madera laminada y tirantes de acero, además, se instalarán dos aseos, uno de ellos adaptado a personas con movilidad reducida (una zona del cerramiento de esta sala está derribada y será reconstruida en hormigón para que contraste con el muro de granito existente).

El edificio mantendrá tres accesos independientes: el del propio molino, lo de la sala y un central que de al vestíbulo desde donde acceder a las dos salas o wc. A mayores, se contempla intervenir en la zona verde del entorno del molino, donde los desniveles de tierras se adaptarán mediante bancales para permitir contemplar mejor todas las partes del molino.

«Queremos que recolla a tradición muiñeira que pon nome precisamente a este río, polo que plantexamos unha exposición permanente ao respecto e, por suposto, que poida funcionar para facer muiñadas a modo divulgativo», resume el alcalde, Juan González.

Historia del molino

Con una planta rectangular de 25 m x 6’5 m, este fue uno de los molinos más grandes y productivos de la comarca, ya que llegó a tener tres muelas en funcionamiento simultáneo. Sin embargo, debido al paso del tiempo, actualmente presenta importantes pérdidas en los muros y carece de cubierta, maquinaria y de canal hidráulico. Se trata de una edificación del S.XVIII que consta del propio molino, almacén y vivienda anexa en un único volumen y en el que el sótano está abierto al exterior mediante tres arcos de medio punto por los que discurría el agua tras moverse el mecanismo de rotación.

Las obras y movimientos de tierra para habilitar el parque empresarial implicaron enterrar su canal de abastecimiento y evacuación al río Muíños, por lo que a día de hoy en ningún caso podrían funcionar los aparatos, sin embargo, el proyecto contempla activar una de las tres muelas originales creando un circuito cerrado que emplee un estanque anexo a la construcción.

Con el fin de respetar al máximo su factura original, se contó con el propio asesoramiento de Ángel Fernández Misa, hijo de los últimos muiñeiros y quien vivió en él hasta los 20 años de edad. «Era o muíño máis produtivo de todo Nigrán, ao que viña máis xente, porque tamén era o máis barato», recuerda Lito.