Roi Rodríguez

Probar nuevas condiciones de trabajo, compartir pista con deportistas de alto nivel, conocer gente y lugares nuevos e incluso “escapar un poco del frío que hace en esta época en Galicia”.

Estos son algunos de los motivos por los que el piragüista tomiñés Roi Rodríguez Huertas está participando en un campamento de entrenamiento en altitud en la pista olímpica de Ciudad de México. Durante un mes, el deportista del Club Kayak Tudense se probará en la capital mexicana a 2.240 metros de altitud “donde la cantidad de oxígeno es menor respeto a la del nivel del mar. Estas condiciones hacen que sea más complicado respirar en los entrenamientos. El cuerpo tiene que hacer un esfuerzo extra y comenzar a fabricar más glóbulos rojos, los encargados de transportar el oxígeno en la sangre” afirma Roi.

Durante cuatro semanas, el tomiñés entrenará en la pista donde se realizaron los juegos olímpicos de México en 1968 y los mundiales de piragüismo en los años 1974 y 1994, “un buen lugar para entrenar porque a pesar de ser invierno y de encontrarnos a una gran altitud, la temperatura es agradable y hay una pista en la que podemos remar, ya que en otros lugares del mundo la temperatura en esta altitud es menor de 0 grados” incida el tomiñés.

Roi Rodríguez escapa del frío de Galicia hospedándose en la casa de piragüistas mexicanos con los que el Kayak Tudense realiza un intercambio, ya que ellos vienen a entrenar al club gallego en otras épocas del año. Estos intercambios son para el gallego “una oportunidad, no sólo de entrenar en un país diferentes, sino de conocer muchos lugares y gente nueva”.

Para este piragüista de aguas tranquilas, medalla de bronce en el Campeonato Europeo de Piragüismo de 2016 celebrado en Moscú en K4 500 m y doble campeón del mundo sub-23 en K1 1.000 y K4 1.000 m, este entrenamiento supone además la posibilidad de compartir pista “con un grupo de compañeros de mucho nivel”.

El tomiñés entrena habitualmente en su club, en Tui, pero también acude a las concentraciones periódicas del equipo nacional que se realizan en Asturias, Madrid o Sevilla. “Los deportistas que competimos a nivel profesional hacemos todo el posible para tener unas condiciones en los entrenamientos que nos permitan mejorar”, explica.

Roi afronta esta temporada apostando por el K1 1.000 m, categoría en la que fue finalista el año pasado, y con las vistas puestas en el equipo nacional: participa en un proyecto para formar la embarcación de K4 en la distancia olímpica de 500 metros, pero no sabrá hasta abril si es uno de los cuatro palistas elegidos para conformar finalmente el equipo.