La Asociación de Comerciantes y Empresarios de Baiona (Aceba), retomó el pasado sábado, la tradicional Cena Medieval en el Parador Conde de Gondomar, que sirve de preámbulo para el inicio, el próximo fin de semana, de la Festa da Arribada y que en esta ocasión cumplió su XXII Edición. Con este evento, ACEBA celebró también su “XXVI aniversario”.

Al comienzo de la velada, el Presidente de ACEBA, como de costumbre, abrió el acto con un discurso donde traslada sus agradecimientos a los empresarios y diferentes autoridades. Principalmente, transmitió a las autoridades presentes diferentes necesidades del tejido productivo de la villa, como la canalización adecuada de las ayudas públicas para la sostenibilidad de los diferentes sectores empresariales, recordando que las empresas son uno de los pilares más importantes para la recuperación económica, y son el principal eslabón para la sostenibilidad de las familias.

También les indicó que los empresarios son los que generan empleo y riqueza en el territorio; y que son la fortaleza del equilibrio económico, animándolos a trabajar en equipo para generar estrategias que impulsen la economía local. Finalmente, finalizó el discurso deseándoles a todos una feliz velada y una buenísima Arribada.

130 invitados disfrutaron de una Cena Medieval, ataviados con trajes de época, y un menú compuesto por “caldiño de Pedro Madruga”, “asado de cabrito lechal con fritos de calabaza”, “empanada de raxo”, “a froita do Monte Real e degustación de sobremesas do medievo (as filloas do Tío Remigio, Tarta do Conde e Almendrados do Convento da Anunciada)”, todo acompañado por “viño da Adega do Castelo e Auga das Pasasiñas”.

Con los postres se sirvieron los ñoclos de Pinzón y las rosquillas Cristaleiro, así como la “Tarta de Sarmiento” y el sabroso “pan do Forno dos clérigos”, de Tupana obrador. 

También se hizo un homenaje a un asociado, Carlos Rodríguez Quintas, propietario de la Cafetería Monterrey y uno de los fundadores de la Asociación. El Presidente de Aceba, Marcos Comesaña Chamorro y miembros de la Junta directiva, entregaron una placa y leyeron un resumen de su trayectoria profesional, desde sus inicios hasta el día de hoy.

La cena finalizó con un concurso de trajes medievales, la tradicional “Queimada” y el sorteo de fantásticos regalos.