La Xunta de Galicia, a través de la Consellería de Medio Rural, viene de emitir un aviso fitosanitario informando de la inclusión de la parroquia de Loureza dentro de la zona de demarcación de la enfermedad de la flavescencia dorada de la vid, por lo que es obligatorio aplicar los tratamientos insecticidas autorizados contra el scaphoideus titanus, vector de la antedicha enfermedad. Del mismo modo recomienda, como medida preventiva, la aplicación del tratamiento en las zonas vitícolas limítrofes.
Desde el mes de mayo la Xunta de Galicia hace un seguimiento de la evolución del insecto vector de esta enfermedad. Dado que las ninfas se encuentran en su estado más avanzado, nos encontramos en el momento más adecuado para aplicar los insecticidas.
El primer tratamiento deberá darse en estos días, a la mayor brevedad posible. El segundo tratamiento se administrará a los 15 días del primero y el tercero un mes después del segundo. Se recomienda aplicar los insecticidas en la primera hora del día excepto en el caso de las piretrinas, las cuales deben darse la última hora del día por tratarse de un producto fotosensible. La aplicación deberá hacerse de manera uniforme, mojando bien la parte posterior de las hojas y la parte baja de las cepas, lugar donde se alojan las ninfas.
Finalmente, se recuerda el deber de anotar los tratamientos implicados en los cuadernos de explotación, que podrán ser requeridos para su comprobación.
La relación de las materias activas y formulados autorizados para los tratamientos fitosanitarios, el listado con las parroquias de las zonas demarcadas y otra información de interés se encuentra disponible en la página de la Consellería.
La flavescencia dorada
La flavescencia dorada es una enfermedad causada por un fitoplasma que provoca graves daños en el cultivo de la vid. Se trata de una plaga cuarentenaria de la Unión Europea, regulada por el Reglamento (UE) 2016/2031 y el Reglamento (UE) 2019/2072, por lo tanto la presencia de esta plaga obliga establecer una serie de medidas para su control y erradicación.
Los síntomas en las plantas infestadas son el retraso en el florecido, mortalidad total o parcial de las cepas, ausencia de producción, coloración roja o amarilla de las hojas, falta total de agostamiento de los sarmientos o sarmientos con porte desmayado, dando a la cepa un aspecto llorón. Los mejores meses para visualizar estos síntomas son entre finales de julio y finales de agosto. Desde que la planta está infectada pueden tardar en aparecer hasta un año y los síntomas pueden confundirse con otras alteraciones, por lo que la patología debe ser confirmada por técnicas moleculares.