Rafa Estévez

El tráiler del documental ‘Confinados en el Río Miño’ en el que se reivindica la singularidad de la frontera y ejemplifica el daño que produce el cierre lleva ya cerca de 60.000 visualizaciones en las redes sociales.

El cierre de los pasos transfronterizos, en vigor desde el pasado 31 de enero y que se mantendrá por lo menos hasta después de Semana Santa, supone un importante perjuicio para cientos de personas trabajadoras que están perdiendo tiempo y dinero diariamente al no tener todos los pasos de la frontera abiertos. Entre ellos hay ya cerca de 200 trabajadores de la zona transfronteriza que se inscribieron en el registro puesto en marcha hace tan sólo 15 días por la AECT Río Miño donde destacan los costes económicos y de tiempo, pero también el “cansancio físico y psicológico” que les produce esta situación.

El formulario se puede cubrir online en la web Smartminho con los datos sobre el tipo de perjuicio sufrido: pérdidas de tiempo, aumento de costes de viaje o reducción de clientela. La intención es que esos datos puedan servir de base para reclamar posibles indemnizaciones. De hecho, el vicedirector Uxío Benítez, insiste en la necesaria compensación de las instituciones (a través de fondos europeos) por el doble impacto que sufre la frontera: el de la COVID y el del cierre de los pasos.

En algunos casos, las personas trabajadoras inscritas explican que tienen que hacer docenas de kilómetros a mayores, con el consiguiente gasto en combustible y tiempo a lo que hay que añadir las esperas que se producen en Tui, un auténtico embudo en algunas horas del día al tener los conductores que esperar a que las autoridades fronterizas comprueben el permiso que les autoriza cruzar al otro lado del puente.

Las quejas inscritas pertenecen a personas residentes en diferentes Concellos, tanto de Galicia como de Portugal, a pesar de que son mayoría las que viven en el sur de Pontevedra y tienen que desplazarse al norte del país luso, principalmente Valença, Vilanova de Cerveira y Monçao.

Una de las reclamaciones más repetidas es la de vecinos que siendo de Salvaterra trabajan en Monçao o residiendo en Tomiño se desplazan diariamente a Vilanova de Cerveira. En ambos casos tienen que dar un rodeo de docenas de kilómetros hasta llegar a Tui para poder cruzar al otro lado de la frontera. Un trayecto que, de estar abiertos, tanto el Puente de la Amistad en Goián como los pasos de Salvaterra- Monçao y Arbo- Melgaço sería cuestión de minutos.

Perjuicios que están relatando cada una de las personas afectadas por este cierre quienes subrayan que se ven obligadas a recorrer más distancia y gastar más tiempo en el trayecto entre la residencia y el lugar de trabajo, que están padeciendo un aumento del coste del desplazamiento o incluso, una reducción de clientes procedentes de la otra margen del río. Personas que hablan de costes económicos pero también de cansancio físico y moral por una situación que se repite y que les afecta su vida laboral y familiar a saúde mental vese claramente afectada pola ansiedade e o estres diario que isto provoca”.

En este sentido, alguna de las quejas más repetidas hablan de que “dende que pecharon a fronteira temos que facer 100 quilómetros mais, o que significa botar unha hora mais de viaxe; os gastos ocasionados andan a volta dos 350€ mensuais cando da outra maneira non chegaban a 100€” o explican que “debido ao peche fronteirizo, un camiño de 25 minutos ata o traballo tense convertido nun traxecto de 50 minutos a ida e case dúas horas de camiño de volta polos controis”.

Incluso quien además de relatar su situación particular recuerda que se siente “novamente prexudicada a nivel persoal, psicolóxico e económico como xa o fora entre o 16 de abril e o 1 de xullo 2020, repetíndose unha situación que provoca un inevitable aumento do cansazo físico e psicolóxico”.

Tráiler de ‘Confinados no Río Miño’

Que la problemática del cierre de la frontera sigue siendo un tema de actualidad en el territorio miñoto también está siendo confirmado por la gran cantidad de visualizaciones del tráiler del documental producido por el AECT Río Miño ‘Confinados no Río Miño’. En apenas una semana, esta pieza audiovisual que cuenta la historia de tres mujeres que vieron alterada su vida diaria por el cierre de la frontera, lleva ya acumuladas en las diferentes redes sociales de la Diputación y del Smart Minho cerca de 60.000 visualizaciones.

Tal y como explicó el vicedirector del AECT Uxío Benítez, esta iniciativa pretende visibilizar y poner cara y nombre y apellidos a las diferentes casuísticas y problemas que viven las personas afectadas por solo haber un paso abierto en la raya 24 horas. Detrás disto hai persoas, seres humanos, hai vidas, hai realidades vitais que deben ser coñecidas, e que exemplifican o desafortunada que foi a decisión de fechar as fronteiras”.