La tradición manda y como cada festividad de “San Brais”, los vecinos de San Xoán de Tabagón (O Rosal) levantan su famoso arco, mostrando al mundo su arduo trabajo confeccionado con árboles y flores.
La intensa lluvia caída este viernes no fue obstáculo para que los devotos del Santo levantasen con cuerdas, y con la ayuda de un camión, los cinco mil kilos de peso del arco, dedicado este año a la “Primavera”.
Pero para que toda impresionante escultura de madera recubierta de flores, de 14 metros de altura y más de seis de ancho, esté lista para ser contemplada por miles de personas, desde este viernes y hasta el 15 de febrero, primero hay que “buscar en el monte los 9 o 10 pinos con los que se va a confeccionar el arco. Tras este trabajo, Ángel Pérez diseña el dibujo. Luego ya comenzamos a poner el “Buxo” y después las flores”, explica Marisol González, “A Rubia”. Para elaborar esta belleza, unas seis personas utilizaron cientos de margaritas amarillas y blancas y camelias rojas, rosas y blancas.
Pero la tradición se está perdiendo. “Cada vez somos menos. Este año las personas que confeccionamos el arco tenemos entre 81 y 66 años. No hay quien eche una mano. Probablemente este será el último año que se haga el arco, yo ya no puedo más”, asegura González.
“É unha tradición con moita importancia patrimonial que leva moitos anos en man dos veciños de San Xoán de Tabagón”, indica la alcaldesa de O Rosal, Ánxela Fernández.
Para Fernández es fundamental que “apostemos por visibilizar este tipo de festas populares e tradicionais. É fundamental que para que pervivían estas tradicións os veciños as sintan como súas e poida haber unha substitución que garanta a pervivencia dunha festa tan popular e bonita como é San Brais”.