
Más de cuatro horas necesitó el GES y la Guardia Civil de A Guarda para rescatar este sábado a dos senderistas vigueses que se perdieron en un monte de Oia.
Los dos jóvenes, de 27 y 28 años, decidieron huir de la multitudinaria inauguración del alumbrado navideño de la ciudad olívica y «perderse» en la tranquila montaña de Oia, con el Océano Atlántico como acompañante.
Los aventureros dejaron el coche en la carretera y prendieron la caminata sobre las 18:00 horas por pistas forestales. Querían llegar al lugar denominado “Pozo do Arco”, pero la noche se les echó encima y decidieron volver. En vez de regresar por las pistas forestales, cruzaron monte a través y se perdieron en mitad de la nada. A su alrededor todo era oscuridad.
Sin linternas y con el móvil con tan sólo el 15 % de batería, sobre las 19:20 horas alertaron al 112 que movilizó al GES y a la Guardia Civil de A Guarda. Estos mantenían contactos con los senderistas a través de WhatsApp para ahorrar batería. “Nos mandaron la ubicación, que nos sirvió para localizar un sitio aproximado. Subimos en los vehículos todoterreno por pistas forestales hasta un lugar cercano. Luego, como no se podía seguir con el todoterreno, continuamos a pie unos cuatro o cinco kilómetros por medio del monte, entre tojos, silvas y hasta cruzamos un pequeño riachuelo”, explicó David Docampo, miembro del GES de A Guarda.
Tras casi dos horas caminando, gritando sus nombres y tocando un silbato, localizaron a los dos senderistas perdidos. “Estaban sobre un gran peñasco. Llevaban más de dos horas allí, asustados y con mucho frio”, señaló el bombero.
Pero si localizarlos fue una odisea, el regreso no fue mucho mejor. “La bajada fue una aventura. Sólo teníamos una linterna. Tuvimos que volver a cruzar por medio de los tojos, las silvas, el riachuelo y hasta por árboles. Después de caminar cerca de hora y media, llegamos a los vehículos todoterreno. Ya eran las once de la noche”, indicó el miembro del GES, quien matizó que, “si los senderistas se quedan sin batería, pernoctamos todos en el monte”.
Los dos aventureros regresaron ya a sus casas en perfecto estado donde descansan, eso si, con algún que otro rasguño y con un gran susto.