Gonzalo Pérez
Gonzalo Pérez en la pista de esquí indoor que esta instalando en Doha, Catar

Que en el desierto hace mucho calor con temperaturas que rondan los 50 grados, lo sabemos todos. Pero lo que no sabemos, es que para combatir este calor los países de Oriente Medio construyen pistas de esquí indoor y así llevar mejor las tórridas temperaturas .

Para ello solicitan la presencia del gondomareño Gonzalo Pérez, un ingeniero industrial que lleva diez años trabajando duramente en países como Arabia Saudí, Jordania, Irán, Irak, Egipto, Afganistán, Palestina, India o Vietnam.

Pérez trabajaba en una empresa de Vincios y le surgió la oportunidad de un proyecto en Jordania y no lo dudó. Se armó de valor, hizo las maletas y se fue a instalar un sistema de refrigeración para una fábrica de vegetales.  

Tras varios proyectos para grandes multinacionales como Pepsi o Nestlé, y la instalación de la refrigeración en una fabrica de helados y otra de pollos, ahora está haciendo una pista de esquí indoor en Doha, la capital de Catar, algo parecido a lo que ya hizo en Egipto. “La pista tiene 200 metros de largo, 12 de ancho y un desnivel del 50 %. También vamos a instalar una caseta para que vivan pingüinos y un tobogán de 150 metros para que jueguen los niños”, explica el gondomareño, quien coordina todo el proyecto, el diseño, la puesta en marcha y la instalación de la pista.

Pero la obra de la que Pérez se siente más orgulloso y la que más trabajo le dio, es la instalación de la refrigeración de La Meca. “Es la refrigeración más grande del mundo. Está en el libro Guinness de los records. En esa obra tuve que entrar escoltado por la Policía, porque en La Meca no pueden entrar los cristianos. Fue impresionante”, afirma orgulloso el ingeniero.  

Pero Gonzalo también tiene malos recuerdos de su paso por Oriente Medio. “Hicimos una fábrica de helados en Palestina. Estuve viviendo allí tres meses y es impresionante. No es fácil conseguir materiales. La materia prima es escasa. Lo peor es ver todo lo que pasa con la guerra entre Israel y Palestina. Es muy difícil. Algo que nunca olvidaré”, asegura

Gracias a su trabajo, ya domina el inglés y el árabe. “Ahora ando a vueltas con el chino y sé lo básico de italiano y francés. Lo mejor de todo, es que pronto volveré a hablar en gallego, ya que pienso volver a Galicia muy pronto que echo mucho de menos a los míos, pero sobre todo las comidas y la calidad de vida”, concluye el gondomareño.