“Bambi, asesinado y torturado… Vuela alto Bambi. Lo sentimos mucho, muchísimo, tenemos el corazón en un puño. No hay derecho. No hay justicia ninguna. Que paren estás atrocidades. Quien realiza estas acciones tiene que disfrutar de ellas. Tiene que ser un auténtico y verdadero monstruo”. Así de contundente e indignada se mostraba en las redes sociales Myla Carramiñana tras la muerte de su perro Bambi presuntamente “de una paliza”.
El animal era un perro labrador de tan sólo diez meses, tenía chip y estaba vacunado. Bambi se escapó con otro perro de la familia la noche del viernes para el sábado de su casa del barrio de A Pedra, Tomiño. Uno regresó, pero Bambi no lo hizo. “Lo estuvimos buscando, pero no lo encontramos. Al día siguiente me llamaron de la protectora. Lo encontraron en casa de la vecina. Estaba malherido y lo llevamos al veterinario. Le puso un antiinflamatorio porque tenía golpes por todos los lados, un coagulo de sangre en un ojo, las pezuñas astillas de haber querido huir, tenía como una marca de una cuerda en el cuello, estaba reventado”, explica con rabia y tristeza Myla, la dueña de Bambi.
Lo llevaron para casa, pero el perro no comía. A la mañana siguiente el can estaba vomitando sangre y lo volvieron a llevar al veterinario. “A las dos horas me llamaron diciendo que había muerto. Lo han matado. Era imposible que sobreviviese después de la paliza que recibió. No se porqué lo han hecho. Era un perro muy dócil. Sólo quería comer y jugar”, declara emocionada Myla al recordar a Bambi sin saber el porqué de tal cruel acción.
Con angustia y completamente deshechos, la familia del perro está a la espera de la necropsia para formalizar la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil.
