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CEDIDA

Las últimas 24 horas han sido una pesadilla para los empresarios de ambulancias de Galicia que han tenido que gestionar, reorganizar y reemplazar de madrugada hasta una treintena de vehículos sanitarios para evitar que la ciudadanía pague las consecuencias de los ataques sufridos entre ayer y hoy.

Un total de 35 ambulancias fueron saboteadas, principalmente en Vigo y Baixo Miño, y la base viguesa de Ambuibérica fue allanada por desconocidos que inutilizaron las cámaras de seguridad con pintura y destrozaron equipamiento, cortaron cinturones y pincharon las ruedas de las cuatro ambulancias que había en el interior, una de ellas medicalizada.

Ante la gravedad de los hechos, que se vienen sucediendo desde el pasado mes de diciembre, la patronal del sector advierte de que, a pesar de sus esfuerzos, la ciudadanía ya se está empezando a ver afectada por estos actos vandálicos, por lo que exige a la Administración que ponga en marcha los mecanismos necesarios para garantizar el servicio.

Los sabotajes de estas últimas 24 horas se producen después de que los sindicatos no aceptaran la propuesta de la empresa -un incremento salarial en cuatro años superior al 18’5%- y decidieran romper de forma unilateral la mesa de negociación, amenazando con recrudecer las acciones de huelga. La propuesta actual de los trabajadores pasa por una subida del 25’8%, algo imposible de asumir por los empresarios, muchos de ellos con serias dificultades económicas.

Ante este panorama de violencia, la Federación Gallega de Empresarios de Ambulancias señala que el diálogo con los trabajadores resulta muy complicado. De esta forma, y hasta que cese la violencia contra las empresas y los propios ciudadanos, la patronal ve difícil sentarse de nuevo con los representantes sindicales.

Los ataques de las últimas 24 horas han sido contra ambulancias de Vigo, O Porriño, Mos, Baiona, A Guarda, Ponteareas, Cangas, Arbo, Tui, Redondela, Nigrán, Teixeiro, Melide, Ponteceso, Cerceda, Lalín,  Boiro y A Coruña. Todas los vehículos sufrieron el pinchazo de las cuatro ruedas, a algunos también les cortaron los cinturones de seguridad, y en el caso de O Porriño inutilizaron el depósito de combustible, mientras que en Ponteareas rociaron con un extintor el interior.

Más de 1.600 trabajadores

Galicia cuenta con alrededor de 600 ambulancias repartidas por todo el territorio, con más de 1.600 trabajadores prestando servicio en las mismas. Todos estos vehículos y todo su personal dependen de los empresarios que conforman la Federación Gallega de Empresarios de Ambulancias.