Una cocina anexa a una vivienda quedó completamente calcinada tras un voraz incendio que se declaró poco después de las seis de la mañana en As Rasas, Gondomar.
Fueron los siete perros del vecino de una casa próxima los que alertaban con sus ladridos de que algo estaba pasando. El dueño de los canes despertó, se asomó a la ventana y ya vio las llamas. “Escoite unha explosión e xa chamei o dono da casa que lle estaba ardendo o churrasqueiro. Logo miña filla chamou os bombeiros”, señalaba.
Los bomberos del GES de O Val Miñor y de O Baixo Miño necesitaron más de dos horas para sofocar el incendio, que calcinó por completo el inmueble. No se han producido daños personales, pero si cuantiosos daños materiales. Hasta el lugar se desplazó también la Guardia Civil.
Este es el segundo caso en Gondomar en menos de 15 días en el que los perros alertan de un incendio. El primero de ellos ocurrió a las 3:00 horas de la madrugada del pasado 31 de julio en Couso, cuando el animal advertía con sus aullidos a los dueños de la casa de que algo no iba bien. Sus chillidos alertaron al hijo de la familia, quien, tras despertarse, se asomó a la ventana y ya vio las llamas.
Los bomberos del GES de O Val Miñor y de O Baixo Miño necesitaron más de cuatro horas para sofocar un incendio que calcinó un galpón que contenía madera y aperos de labranza.