Los trabajos de humanización de las calles Buenos Aires y Progreso finalizarán en este mes de abril tras una inversión autonómica de casi 1 millón de euros.

Así lo avanzó esta mañana el director de la Axencia Galega de Infraestruturas, Francisco Menéndez, que, junto con la delegada territorial de la Xunta en Vigo, Ana Ortiz, y el teniente de alcalde de O Porriño, Carlos Martínez, supervisó la marcha de las obras en la carretera PO-329, a su paso por el casco urbano, que alcanzan ya el 85% de ejecución.

Menéndez explicó que está ultimando la reforma de la vía autonómica a su paso por el casco urbano del municipio con el objetivo de transformar la carretera en calle, en la que los coches cedan protagonismo a los peones.

Así, para alcanzar calles más seguras, accesibles y humanas, se habilitaron aceras más amplias, reduciendo para eso la anchura de los carriles de circulación con el objetivo de favorecer un tránsito más cómodo y seguro para el vecindario y primar los peatones frente a los vehículos.

Además, se reordenaron las zonas de aparcamientos, se renovaron los pavimentos y se mejoró la iluminación con la instalación de 22 nuevos puntos y refuerzos lumínicos en los pasos de cebra, para garantizar una mayor seguridad.

Tal y como resaltó el director de la Axencia Galega de Infraestruturas, en el proyecto se tuvo en cuenta la petición del Concello do Porriño y del Consorcio de Augas do Louro, aprovechando los trabajos para acometer también una necesaria renovación y ampliación de las redes de saneamiento y abastecimiento.

El teniente de alcalde, Carlos Martínez, puso en valor la intervención “xa que non só acondiciona un dos principais accesos ao centro urbano, algo que era moi necesario pola gran afluencia de vehículos e peóns que rexistra a diario, senón que conecta esta zona co resto da vila, promovendo a súa dinamización”. 

La actuación abarca un tramo de casi 700 metros de la PO-329 y tiene como objetivo reforzar la seguridad de los peatones, además de mejorar la accesibilidad y el aspecto estético de la vía, favoreciendo su mejor integración en la vida urbana del núcleo de O Porriño.

Según las necesidades detectadas, se dividió en diferentes ámbitos de la calle Buenos Aires, en el tramo que va desde la glorieta con la PO-511 y la PO-331 hasta el cruce con el río Louro, pasando bajo la autovía A-55. En la zona más próxima al río, la prioridad era mejorar la seguridad peatonal, colocando pasos elevados y adaptándolos a la normativa de accesibilidad.

En las cercanías de la glorieta, se acometió una actuación más amplia, con la reordenación de la calzada para ganar espacio para los peatones, reduciendo el de los carriles, además de disponer sitio para los contenedores y aparcamientos, renovando y ampliando también las aceras, la iluminación y la señalización y disponiendo mobiliario urbano.

Tras ese primer tramo de actuación, los trabajos avanzaron en la calle Progreso, entre el límite con Mos y el paso a nivel con la vía férrea, acometiendo la reordenación de la calzada y la humanización de la vía.

El tramo más complejo, entre el paso a nivel y el acceso a la empresa Frigolouro, se dejó para el final, trabajando con el mayor cuidado para aminorar las molestias y las aficiones.

En estos momentos las obras están ya a ultimarse, una vez acometidos los firmes  y los pavimentos, las aceras, los accesos, reordenadas las bandas de aparcamiento, renovados las redes de abastecimiento y pluviales e instalado el nuevo alumbrado.

En las próximas semanas se avanzarán en su final, con la disposición de mobiliario urbano, jardinería y riego, y señalización horizontal y vertical.