El Concello do Rosal continúa con su apuesta estratégica por una transformación del municipio que permita situar a las personas en el centro al tiempo que se pone en valor el entorno. En este sentido, el Gobierno municipal comenzó ya las obras de recuperación de la carretera vieja de San Miguel de Tabagón, unos trabajos que transformarán la zona y que servirá de modelo para rehabilitación de espacios rurales con presencia de elementos con interés paisajístico o patrimonial y un cierto nivel de concentración residencial.
Como destaca la alcaldesa, Ánxela Fernández Callís, el objetivos de estas obras es “mellorar a calidade dunha contorna de alto valor patrimonial que conta cun perfil urbano de carácter singular, ao tempo que se aumenta a seguridade dos percorridos peonís, facendo que as rúas recuperen parte da súa identidade orixinal”.
Esta primera fase de recuperación empezó a ejecutarse por la zona más deteriorada de la carretera vieja, al lado de la ferretería, donde una de las principales acciones es la rehabilitación del muro de contención de piedra que sujeta el camino, una solución constructiva que se integrará en el entorno y que resolverá los problemas que presenta el actual muro, en un avanzado estado de deterioro.
Con estos trabajos, que afectan a un total de 1.536 m2, también se renovarán los pavimentos con elementos y materiales que contribuyan a una circulación más calmada del tráfico, dándole prioridad a las personas y creando espacios que fomenten una movilidad más sostenible y saludable. El tipo de intervención, tipo rosario, incluirá una serie de nodos resueltos con materiales nobles principalmente en intersecciones y frente a elementos de especial interés, así como varios ejes en los que se reduce la presencia de asfaltos tradicionales y se incluyen detalles cuidados.
La regidora agradece el compromiso del vecindario del barrio, que se involucró de forma muy activa en el proceso de participación social realizado hace unos meses para acercar sugerencias a incorporar en el proyecto de recuperación y que afectaban a aspectos como la problemática de las pluviales en esa zona de escorrentía.
Las obras cuentan con un presupuesto de casi 170.000 euros financiados al amparo del Plan Concellos 2022-2023 de la Diputación de Pontevedra.