La hermandad trasoceánica entre los pueblos ahora tiene un símbolo tangible en Nigrán: una zona verde con ocho secuoyas gallegas ‘hijas’ de las 500 que donó el gobierno estadounidense en 1992 para conmemorar los 500 años del descubrimiento de América.
Esta plantación, con increíbles vistas precisamente hacia el océano Atlántico, se ubica en el alto de Priegue (barrio de Pedrosas) y fue posible gracias al ‘rescate’ hace 5 años de los brotes en Baiona por parte de José Manuel Rodríguez. Ahora, este vecino defensor de la tesis del ‘Colón gallego’, las dona al Concello para conmemorar oficialmente este 12 de octubre desde Nigrán el encuentro entre los dos mundos.
“É a árbore máis emblemática de EEUU, suxire beleza e inmortalidade. Mediante este pequeno bosque con vistas cara o Atlántico, queremos reivindicar a paz e a irmandade trasoceánica”, explica el alcalde, Juan González, quien agradece especialmente esta donación. Estos árboles perennifolias son las más grandes del mundo, pueden alcanzar más de 100 metros de altura y hasta 4,5 m de diámetro en su territorio de origen, viviendo entre 1.000 y 3.000 años.
“Grazas ao microclima do Val Miñor, as secuioas de Baiona se reproduciron espontáneamente, algo moi estrano debido a escasa viabilidade da semente”, explica José Manuel Rodríguez, quien hace referencia precisamente el origen de estos ejemplares en Galicia, que se remonta al año 1992, cuando se conmemoró el 500 aniversario de la llegada de Colón a América.
Por este hecho, el gobierno americano, presidido en ese momento por George Bush padre, acuerda agasajar 500 ejemplares californianos de secuoya roja como símbolo de hermandad entre el Viejo y Nuevo Mundo. Como resultado, el 4 de diciembre de 1992 «The Columbs kids expedition», un grupo de 24 chicos estadounidenses de 15 a 18 años liderados por el promotor de la idea, el profesor Johm Harmon McElroy de la Universidad de Tucson (Arizona), llegaba a Poio y después a Baiona para realizar la plantación de 450 ejemplares en el lugar donde se cree que pudo nacer Cristobal Colón (Poio) y los restantes 50 a un lado del IES 1º de Marzo, en la localidad donde llegó la carabela La Pinta con la noticia del ‘descubrimiento’ de América.
Un pequeño grupo de esta expedición de chicos americanos y el propio profesor regresaron en el 2018 a la plantación de Baiona, donde actualmente se pueden apreciar los árboles.