El Concello de Tomiño participa un año más en el programa Vilas en Flor de Galicia, una iniciativa que busca la mejora ambiental, social y económica de los municipios gallegos de menos de 50.000 habitantes. Después de obtener en la pasada edición el máximo galardón, Tomiño continúa trabajando para revalidar sus cuatro flores de honra.

Organizado por la Fundación Juana de Vega, la Asociación de Viveiristas del Noroeste (Asvinor) y la Asociación Galega de Empresas de Xardinería (Agaexar), dos miembros del jurado visitaron este miércoles a villa para conocer los últimos avances en materia medioambiental y paisajística y acercarse de primera mano a algunos de los proyectos llevados a cabo en los últimos meses.

La visita comenzó con una reunión en el salón de plenos del Concello, en el que, tras el saludo de la alcaldesa, Sandra González, si les mostró las intervenciones y proyectos desarrollados a lo largo del último año. Acompañados por la concejala de Medio Ambiente y Agenda 2030, Ana Belén Casaleiro; por el de Obras y Acción Rural, Alexandre Pérez, y por el técnico municipal de la Eurocidade Cerveira-Tomiño Xabier Macías, el jurado visitó también el Campo da Feira, un gran espacio renovado, sostenible y diseñado para promover la convivencia, la estancia y el ocio en un entorno seguro y agradable.

El Concello también les presentó como actuación destacada lo realizado en Vilameán, donde se transformó el torreiro para convertirlo en una plaza amable, sostenible y accesible que pone en valor la arquitectura y patrimonio del entorno mientras se continúan recuperando espacios públicos para las personas. Los nuevos senderos peatonales que unen el casco urbano de Tomiño con el IES Antón Alonso Ríos y el CEP Plurilingüe Pedro Caselles Beltrán fueron otros de los proyectos explicados.

Este es el quinto año que el Concello de Tomiño participa en el certamen Vilas en Flor, un programa que pretende poner en valor la mejora y potenciación de los espacios verdes urbanos, su gestión sostenible y la concienciación ciudadana en el cuidado del medio ambiente.

La pasada edición, en la que Tomiño conseguía por primera vez el máximo galardón, el jurado destacó especialmente las intervenciones artísticas realizadas en las rotondas a través del proyecto Cultivando Paisaxes, una iniciativa puesta en marcha gracias a la colaboración de la paisajista Sinda Linda y de los viveros de la comarca con la Fundación Xabier Posa que permitió convertir las cinco rotondas de la Avenida do Baixo Miño en un escaparate de la actividad del viverismo, principal motor económico de la villa. Durante la resolución, el jurado quiso también resaltar “a mellora constante do Concello e o esforzo feito para sacar adiante todas estas iniciativas innovadoras”.