CEDIDA // DIARIO DO MINHO

Varios individuos perpetraron el pasado martes un atraco a una farmacia de Braga (Portugal). Para cometer su fechoría, además abatir la puerta de entrada de la botica con tres tiros, los atracadores utilizaron un coche robado en Goián, que después quemaron en un monte de Barcelos para borrar toda clase de huellas que pudieran haber dejado.

Ajeno a lo que había pasado en Portugal, el dueño del vehículo, un Seat León de color rojo, ya había denunciado el robo cuando los delincuentes cometieron el atraco. Lo había dejado el lunes por la noche estacionado en la Avenida Ordóñez de Goián, y, a la mañana siguiente, ya no estaba.

Además de poner la correspondiente denuncia, el propietario compartió en las redes sociales el robo del coche para ver si alguien podía aportar información que permitiera dar con su paradero. A la foto del León la acompañaba una descripción del vehículo agradeciendo además cualquier pista sobre lo que pudiera haber sucedido. Numerosas personas compartieron su mensaje y, de hecho, dos vecinas de Tui y Salceda informaron de casos similares. En los tres escenarios habían robado coches de la misma marca y modelo, los tres eran Seat León.

Los medios lusos se hicieron eco de lo sucedido. Un compañero le mandó la noticia del atraco de Braga donde se informaba de que el coche utilizado en el asalto, había sido abandona y calcinado en un monte. A pesar de que sólo quedó el esqueleto, el dueño se puso en contacto con la Guarda Nacional Republicana, que le confirmó que el número de bastidor del vehículo quemado era el mismo que el de su coche.