Este lunes ha tenido lugar el emblemático Lanzo da Cruz entre Tomiño y Valença. La pandemia impidió por primera vez que se celebrará esta tradición milenaria, pero la devoción de los vecinos, agricultores, pescadores y párrocos de ambas localidades hizo posible que las cruces de Sobrada (Tomiño) y Cristelo Corvo (Valença) pudieran encontrarse de nuevo en el Río Miño

Cientos de personas de ambos lados del Miño asistieron a la romería. Como cada Lunes de Pascua, los chimpines y tractores se engalanan para la ocasión y bajan en procesión desde el torreiro de fiestas hasta el embarcadero.

Luego, las cruces son embarcadas y los sacerdotes las cruzan en el río para bendecir a los romeros de la orilla contraria para asegurar un buen año de capturas y proteger a los pescadores.

Mientras las embarcaciones van hasta la ribera del otro país, los pescadores echan las redes para ofrecer a los sacerdotes la primera lamprea del lance, todo ello acompañado por el grupo de gaitas Os Chucos y la charanga Cantos Somos, que pusieron la nota musical al evento, que culminó con una chorizada en el torreiro de fiestas de Torrón.