ALFREDO

La posible construcción de una gasolinera “low cost” en una parcela de unos 1.100 m2 en la subida a Morade de Sabarís, ha puesto en pie de guerra a los vecinos, que ven como en un futuro no muy lejano, su tranquila vida vecinal cambiará radicalmente con la nueva estación.

Los vecinos ya han iniciado una recogida de firmas para mostrar al Concello su rechazo a la instalación de la nueva gasolinera. Advierten que, en vez de mejorar su barrio lo va a empeorar, ya que de entrada las viviendas se devaluarán entre un 70 y un 80 % porque, “¿Quién quiere comprar una casa que está al lado de una gasolinera?”, se pregunta Ramón Sarmiento, uno de los vecinos afectados y que vive a menos de 20 metros de la futura estación de servicio.

El PXOM aprobado en 2014, indica que en la citada parcela se puede construir una vivienda, “pero lo que no sabíamos es que la letra pequeña especifica que también se puede construir un geriátrico, una escuela infantil o una gasolinera”, apunta Sarmiento.

Hace más de un año que se enteraron de que iban a convivir con una gasolinera cuando vieron que alguien hacía unas catas en el terreno, que desde hace años lo único que se ha instalado en él es la vegetación. “Quieren hacer una gasolinera de bajo coste, abierta las 24 horas del día, es decir, 24 horas de problemas. Además, será de autoservicio, por lo que no generará empleos, más bien los va a destruir, ya que la otra gasolinera de Baiona se verá perjudicada y probablemente tenga que despedir a la mitad de la plantilla”, asegura Sarmiento.

Asesorados por un abogado, han hecho una alegación al proyecto que presentarán en el pleno para conocer la postura de los diferentes grupos de la corporación. “No puede ser que vengan a romper la tranquilidad de un barrio. La calle tiene seis metros de ancho de rodadura, no tiene acera ni arcén y está al lado del camino de Santiago. ¿Como va a ser nuestra vida si ni siquiera hay sitio para los camiones?, lamenta.

Más de 40 vecinos se han reunido en la tarde de este lunes para expresar su preocupación y confianza en que, aunque sea la Xunta la encargada de conceder las autorizaciones para este tipo de actividades, “el Concello nos respalde, porque está en juego nuestra calidad de vida”. Por ello, piden al Gobierno Local que también tome cartas en el asunto y no se ampare en lo que llegue desde la Xunta.

Por su parte, el alcalde, Carlos Gómez, afirma que es un proyecto que se adapta al PXOM por lo que “la licencia de obra se la tenemos que dar porque cumple con la Ley”.